jueves, 6 de febrero de 2014

¿Muscular o no muscular? Esa es la cuestión.

¿Qué cuestión ni cuestión? Hay que muscular, sin duda.  Siendo un blog de culturismo, la respuesta es tan obvia que no requeriría explicación.  Pero hoy me quiero dirigir a todos aquellos y aquellas que, preocupados por mejorar su aspecto o su rendimiento deportivo, siguen dando de lado a la musculación como una herramienta imprescindible.


El público en general asocia musculación a culturismo.  Es decir que "hacer pesas" engorda o al menos aumenta el peso corporal.  Eso no es así.  Aumentar de tamaño muscular, el objetivo de todo culturista, requiere no solo entrenar con pesas de forma específica para ese fin, sino lo que es más importante alimentarse de una forma determinada, aumentando la ingesta de proteína y las calorías.  Si no se dan esas variables, es poco probable aumentar el tamaño muscular de forma significativa.

Así que entrenar con pesas no nos hace aumentar el peso corporal necesariamente.  Algunos, sobre todos mujeres, se quejan de que aumentan su peso corporal al comenzar con un programa de entrenamiento de fuerza.  Entra dentro de lo lógico, pero no hay tanto aumento de masa muscular como de glucógeno almacenado a nivel muscular como adaptación al propio entrenamiento.  Pero algunos/as se asustan ante este aumento de peso o al no perder mucho peso y desisten de seguir con su programa.  Aquí yo haría una pregunta muy simple:  "¿Quiero perder solo peso o reducir mi grasa corporal y mejorar mi composición corporal?   La respuesta es fácil.  El peso no es lo único importante y muscular ayudará a reducir el peso corporal de forma más saludable, mejorará la composición corporal y la figura que finalmente consigamos será más firme y atractiva.

Los beneficios de la musculación son:

1)  El músculo es un tejido metabólicamente activo.  Es decir, para mantenerse vivo y reparar el daño muscular del entrenamiento consume calorías.  Es por ello que el metabolismo de los hombres suele ser más elevado que el de las mujeres.  Un aumento de masa muscular o simplemente entrenar con cargas y hacer a nuestro sistema muscular adaptarse a este entrenamiento hará que el cuerpo en reposo queme más calorías.  El aeróbico consume por lo general más calorías que el trabajo con pesas y por su naturaleza tiende a quemar más grasa.  Pero está demostrado que el trabajo muscular aumenta el gasto calórico tras el entrenamiento en un 9%, frente al 3% del aumento de tasa metabólica producida por el ejercicio aeróbico.  Así pues, el entrenamiento aeróbico y el trabajo de fuerza son imprescindibles y complementarios en un programa de control de peso o mejora de la capacidad física.

2)   Hacer musculación mientras se reduce peso hará además que la piel se adapte mejor y que la imagen final sea más apretada, firme o tonificada.  El músculo sirve de sostén a nuestra nueva silueta.  Muchas veces la reducción de peso, junto con la falta de tono, dan lugar a un cuerpo que, aunque más delgado, presenta un aspecto "colgón".  Y es entonces cuando mucha gente se plantea el levantar pesos.  Suele ser demasiado tarde y más costoso volver la piel a su sitio.

3)  No me gustaría finalmente limitar esta reflexión a la simple reducción de peso o grasa.  En los ámbitos deportivos y de salud un programa de entrenamiento con fuerza tiene gran cantidad de beneficios:

-  Mejora de la postura.
-  Mejora de la fuerza y eficiencia en otros deportes o gestos deportivos.
-  Mejora de la capacidad física para la vida diaria.
-  Prevención de lesiones.

Así que darle una oportunidad la musculación: en el gimnasio, en casa, con bandas elásticas, con clases colectivas como el bodypump, crossfit... y seguro que no os arrepentiréis.


¿Quién ha dicho que el musculo no puede ser sexy?

Un saludo a tod@s.